¿Cuál es la diferencia entre la realidad y el estereotipo?
El estereotipo confunde todo el rato la explotación sexual y la prostitución. Una cosa es la trata de mujeres, que es un crimen y hay que perseguirla y erradicarla, y otra cosa es la que ejercer las mujeres de manera voluntaria. Hay muchas que lo hacen libremente y reivindican sus derechos, su consideración por parte de la sociedad y la eliminación del estigma. Estas mujeres emancipadas, independientes y profesionales del sexo dominan de puertas para dentro: deciden qué servicios hacen, cuáles no y a qué precio. Si llega un cliente que pide un servicio que tú no haces, no se le atiende. Además, está el concepto también poco conocido de cliente fijo, señores que acuden a ellas semana tras semana durante años. Cuando estableces una relación tan personal durante tanto tiempo surge una amistad como mínimo.
¿Y el estigma afecta también a los clientes?
Sí, cuando hablas con ellas te das cuenta de que esa imagen de viciosos, depravados, medio drogadictos, que acuden a una mujer para dar rienda suelta a las fantasías más perversas, en realidad no existe. La mayoría son hombres normales y corrientes: padres de familias, buenos maridos, de unos 35 a 50 años. Es verdad que cada vez hay clientes más jóvenes porque estamos asistiendo a un tiempo de ruptura de los conceptos morales relacionados con el sexo. Son solo hombres aburridos, que van al trabajo de una señorita que les hacen sentir bien. Normalmente un hombre no aguanta una hora teniendo sexo. Hay un cuarto de hora de sexo y tres cuartos de hora de compañía: de escuchar, de comprender, de decirte que guapa estás, qué estupendo... Ellos entienden el juego y saben que su trabajo es ese.
daqui
Uma pessoa anda á procura de saber pormenores sobre a venda do Jackson pó Atlético de Madrid e no fim acaba a ler outra cousa.